Esta España mía, esta España nuestra

Uno, que ya lleva varios añitos animando a la roja, observa que esta selección no es nada distinta a la del Buitre, la de Luis Enrique o la de Raúl, lo que por otra parte no es ni bueno ni malo si uno, claro, no hace caso a las estadísticas.

¿Qué quiero decir? Pues que estamos como siempre. El país emocionado por un nuevo golazo de Villa pero en realidad, el equipo no ha sido capaz de abrir huecos ante un rival bien plantado en el campo. Después de un 1-0 de estrategia, hemos recibido un gol en donde han robado la cartera a Sergio Ramos e Iker anduvo algo lento. Ya en la segunda parte, lo de siempre. Se ha jugado como si estuviéramos perdiendo en vez de empatando, con lo que arriesgábamos demasiado ante una posible contra de los suecos. Más que cabeza, España ha mostrado tesón, corazón, empuje, ….., etc. Y todo ello se iba haciendo más dramático según nos acercábamos al minuto 90. Finalmente e in extremis llegó el gol y con él la descarga de adrenalina.

Pero no nos dejemos llevar. Esto ya ha pasado muchas otras veces. Se me vienen a la cabeza un gol similar de Maceda o de Alfonso. En suma, una selección que llegará tan lejos como el tiempo en que se mantengan alineados los planetas. Esto es, tanto como sigamos teniendo de cara un gol personal y brillante que cubra las carencias de una verdadera selección potente.

No obstante, no desfallezcamos ni perdamos la fe. Puede que aun así no nos vaya tan mal y por fin, echemos por tierra las estadísticas. Esperemos lo mejor pero estemos preparados para lo peor.